En todo
“Dad gracias en todo”. El texto es simple y corto, e invita a leerlo otra vez. “Dad gracias en todo.” Si, decimos, debemos ser mas agradecidos, reconocer los favores de Dios, sus muchas misericordias y por ellas dad gracias. A ver si me atrevo a dar testimonio en el Culto de Acción de Gracias este año, digo para mí mismo. ¿De qué cosa buena he de hablar?
Sin embargo, al momento algo nos inquieta: ¿Y que de lo que no reconocemos como favor o misericordia? ¿Qué de las pruebas, las tribulaciones, las tristezas, los dolores, las frustraciones? ¿También por esto dar gracias? Quizás debemos leer el texto completo, para estar claros. “Dad gracias en todo, pues esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” (I Tes. 5:18)
No hay mucha ayuda ahí, sino simplemente una fuerte afirmación de que esto, el dar gracias en todo, es lo que Dios quiere. ¿Y el contexto del versículo? A lo mejor leer todo el capitulo ayudará. Es simplemente una lista tosca de cosas que tenemos que hacer como cristianos, sea lo que sea: no pagar a nadie mal por mal, sed siempre gozosos, no apagar el Espíritu, no menospreciar las profecías, dad gracias en todo.
En todo, punto y aparte. Sera también en el momento crítico, terrible, angustioso; daré gracias. Y cuando los momentos terribles se hacen ratos terribles, y los ratos se hacen horas terribles, y las horas días, y los días años… En todo dad gracias. Practiquemos la gracia de hacerlo; no cínicamente, no sarcásticamente, no a regañadientes, sino como quienes quieren simplemente honrar y obedecer a su Señor. Él sabe el por qué nos da la orden.
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.” (1 Cor. 1:3-4)